
Voy a simplificarlo mucho. A ver si así encontramos cierto punto de entendimiento. Lo que el poder quiere de ti son dos cosas muy sencillas: tiempo de vida y obediencia. Somos ovejas productivas en manos de un pastor: los grandes poderes económicos, que manejan los hilos de sus títeres gubernamentales y de todo el aparataje estatal: administraciones, policías, jueces, etc.
Como hemos dicho, el poder quiere tu tiempo de vida, entendiendo por tiempo de vida las horas que trabajas al día y, en consecuencia, la riqueza que generas. Una parte de esta riqueza va en beneficio de tus explotadores, otra parte queda para ti y otra más, la más pequeña, es en provecho del conjunto de la sociedad. Y esa parte de riqueza generada que tú te quedas, por lo general, es consumida rápidamente por los impuestos y por tu propio consumo. Así que puede decirse que, cuando te compras un teléfono móvil o pagas el impuesto de circulación, lo estás haciendo a costa de tu tiempo de vida.
Y el poder quiere tu obediencia. En un sistema presuntamente democrático, entendemos por obediencia el cumplimiento de las leyes (sean éstas más o menos justas) y la confianza ciega en las instituciones y en los poderes políticos, judiciales y policiales. En este aspecto, la propaganda y el engaño mediáticos juegan un papel fundamental.
Sin embargo, en un sistema de corte dictatorial, el poder obtiene tu obediencia de forma más directa. Utiliza también una buena cantidad de propaganda, sí, pero los castigos impartidos por las instituciones estatales son el mayor acicate para asegurar la docilidad del pueblo.
Ocurre con los pastores que siempre les lleva un esfuerzo mayor utilizar el palo que valerse de la zanahoria. Pero, no te quepa la menor duda de que, si el rebaño se descontrola, el pastor sacará su garrota y apaleará tantos lomos como sea necesario, hasta que las aguas vuelvan a su cauce. De igual modo, el poder siempre preferirá dominarnos por medio de un régimen "democrático", antes que imponer uno dictatorial. Esto se debe a que, si el pueblo está lo bastante confiado y satisfecho con sus gobernantes, debe invertir mucha menos energía para conducirlo que si está descontento y levantisco. Pero no dudes que, si se da este último caso, el poder arrojará sobre nosotros todo su aparataje legal, policial y judicial, para contenernos a fuerza de golpes y castigos, mediante un sistema dictatorial.
Sea como sea, el poder siempre intentará por toso los medios procurarse tu obediencia. Y también hará cuanto esté en su mano por beneficiarse, tanto como sea posible, de tu tiempo de vida. Ambas conductas son intrínsecas a su naturaleza.
Y ahora que ya lo sabes, ¿qué piensas hacer al respecto?
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