Responsabilidad o ingenuidad

Publicado el 28 de noviembre de 2023, 10:22

Vivimos tiempos extraños. Unos tiempos en los cuales la ingenuidad se paga con la enfermedad y, a veces, con la muerte también.

Por eso me esfuerzo tanto en compartir con vosotros herramientas que os ayuden a mirar a vuestro alrededor, a detectar las falacias y los sesgos en las noticias con las que nos bombardean cada día, a identificar y seleccionar las fuentes de información que más convenga a cada cual, a reflexionar y a forjar un pensamiento crítico e individual.

No podemos permitirnos ser ingenuos. No podemos permitirnos dejar que nos engañen y que nos envuelvan en su telaraña de falsedad y miedo. ¿Cuántas veces os han hablado desde los medios sobre la “responsabilidad”? Sin embargo, para la mayor parte de los seres humanos que nos rodean, ser responsable no es otra cosa que ser obediente y creerse sin reservas cuanto digan los políticos y periodistas oficialistas.

No, la responsabilidad es otra cosa. Responsabilidad es tomar las riendas de tu vida y vivirla según tus propios dictados. Responsabilidad es decidir cómo quieres ganarte el pan cada día, no dejarte arrastrar durante toda tu existencia por las “necesidades del mercado laboral” o malvivir con una subvención del gobierno a cambio de tu obediencia. Responsabilidad es decidir qué quieres conocer, qué quieres aprender, hacia dónde quieres dirigir tu crecimiento intelectual y cómo quieres hacerlo, en lugar de dejar que la educación estatal te meta en su maquinaria de adoctrinamiento, donde no hay lugar para disentir, ni para pensar por uno mismo. Responsabilidad es buscar información por tu propia cuenta, buscar, contrastar, reflexionar y compartir lo aprendido, en lugar de poner toda tu fe en un canal de televisión o un periódico digital y dejar que te lo den todo bien simplificado y masticado, para que tú no tengas que pensar. Responsabilidad es caminar por la calle con los ojos bien abiertos, en lugar de puestos en el móvil, arrastrando los pies como un zombi lobotomizado. Responsabilidad es hacerte cargo de tu salud, conocer tu cuerpo, estudiar formas de mantenerte sano y de sanar cuando es necesario, en lugar de pasar media vida en la sala de espera de una clínica y la otra media atiborrándote a pastillas. Responsabilidad es educar a tus hijos en tus valores y tus creencias, en lugar de que sean otros quienes les llenen la cabeza de pájaros y les hagan dudar incluso de su propio género o especie.

La responsabilidad, en definitiva, es la clave para sobrevivir estos tiempos de neurosis y eugenesia. Porque, donde hay responsabilidad, no queda lugar para la ingenuidad.

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