¿Cuál es el sentido de la vida?

Publicado el 16 de enero de 2024, 20:04

¿Alguna vez te lo has preguntado? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué estamos aquí? Ésta es quizá una de las cuestiones más transcendentales que puede plantearse un ser humano. Y es transcendental por un motivo muy sencillo: porque darle respuesta podría ayudar a explicar muchas cosas: ¿quiénes somos?, ¿qué hay más allá de la muerte?, ¿hasta qué punto existe el destino en contraposición al libre albedrío?, ¿hay un Dios, un Arquitecto o una Fuente de todas las cosas?

Pero, sobre todo, conocer esta respuesta daría un propósito verdadero a nuestras existencias. Unas existencias que, en ocasiones, se muestran terriblemente vacías y sin sentido. Porque, piénsalo bien, ¿cuál es, a día de hoy, tu propósito en esta vida? ¿Ganar dinero? ¿Mantenerte siempre joven y atractivo? ¿Ser un influencer en Youtube con 100 millones de subscriptores? ¿Jubilarte y pasar el resto de tus días tirado en una playa con un daiquiri en la mano? ¿O quizá terminarte el “Candy Crush”, ver la última temporada de “Juego de Tronos” o ir al estreno de la nueva película de Marvel?

¿Es posible que no lo veas? ¿No ves lo frívolos y vacíos que resultan todos esos propósitos? A ver, vamos a hacer un pequeño ejercicio de imaginación: piensa como será el día que estés en tu lecho de muerte, eches la vista atrás y valores lo que has hecho con tu vida: ¿crees que importarán entonces las miles de horas que pasaste sudando en el gimnasio, el apartamento que te compraste en la playa o lo divino que ibas siempre vestido a las bodas? ¿Tendrán algún valor todos los likes que te dieron en redes sociales, el iPhone que te compraste o aquel viaje a una playa de Tailandia atestada de gente? ¿Hiciste algo, quizá, para mejorar este mundo o las existencias de quienes lo habitan? ¿Diste y recibiste amor? ¿Viviste en conexión con la naturaleza? ¿Elevaste tu entendimiento sobre la verdadera esencia de la realidad o del alma humana? ¿Lo compartiste con quienes te rodearon? ¿Ayudaste a otros seres a llegar a este plano o los acompañaste y cuidaste de ellos durante sus primeros años de existencia? ¿Luchaste por superar tus traumas o tus sentimientos más bajos, como la envidia, el miedo o el odio?

Éstas pueden ser algunas de esas cosas que, al recordarlas en nuestra última hora, llenen nuestro pecho con una sensación de calidez y nos hagan decir “pues no lo he hecho tan mal al fin y al cabo”. Sin embargo, el sistema bajo el cual nos ha tocado vivir es maravillosamente hábil a la hora de alejarnos del verdadero propósito de nuestra alma, manteniéndonos entretenidos con un sinfín de artificios que, en realidad, no tienen ningún valor.

Piénsalo, reflexiona sobre ello. ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Lo que haces o aquello a lo cual aspiras tiene en realidad importancia? Últimamente doy bastante este consejo, pero creo que una buena forma de averiguar cuál es el sentido de la vida, o al menos qué sentido quiere darle tu alma, es sentarte en completa soledad y meditar sobre ello. Hazte la pregunta directamente o, sin más, pon el foco de atención en tu respiración y deja que los pensamientos fluyan por sí solos, permitiendo que discurran sin identificarte con ellos, observándolos tan sólo como quien observa las nubes pasar sobre su cabeza.

Y si no lo ves claro, siempre pues regresar al consumo desmedido, los outfits, los likes, el fitness, el cash, los selfies, los match y toda esa parafernalia que tanto te llena y te hace tan feliz.

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios